Boda en Burgos: Cova y Miguel
Tú y yo vamos a acabar casados se aventuró a decir Miguel. Cinco años después, con la playa asturiana de La Franca como testigo, comenzó la cuenta atrás para su gran día. Covadonga y él se conocían prácticamente de toda la vida y jamás pensaron que su historia pasaría por un “sí quiero”. Sin embargo, una cosa llevó a la otra y el 20 de octubre de ese mismo año se casaron en la Iglesia de San Nicolás de Bari (Burgos).
Teníamos miedo de que saliera alguna cosa mal, pero nos rodeamos de gente que nos dio muchísima tranquilidad y pudimos olvidarnos de todo y centrarnos en pasarlo bien.
Como buenos disfrutones, según ellos se hacen llamar, la celebración estuvo cargada de risas. Todos los invitados se sintieron como en casa en el Palacio de Saldañuela, lugar donde se celebró el convite. Del catering se encargó alguien de gran confianza para la pareja: Catering Eventos RICE. Y es que el máximo apoyo que encontraron durante la planificación del gran día fueron sus personas de confianza: amigos, familiares y conocidos. Ellos, tal y como cuentan los novios, hicieron que el día fuese tan especial.
Aunque la boda no tuvo ninguna temática en especial sí quisieron hacer un guiño a su Asturias querida. La de los veranos en familia, días largos y noches frescas. Esa Asturias que había visto crecer su relación y marcaba el comienzo de una nueva etapa. Por ello decidieron nombrar las mesas de los comensales con playas asturianas. El ramo de Covadonga hecho a base de hortensias, las flores típicas en el norte, cerraba el círculo. La Floristería Bambú se hizo cargo de toda la decoración floral. Ellos describen ese día como tremendamente feliz y perfecto.
La tía de Miguel hizo las ilustraciones de las invitaciones y el padre de Covadonga el mapa que las acompañaba. Todos a una, consiguieron que cada detalle quedase perfecto. Durante la organización express de su boda, puesto que querían celebrarla en menos de seis meses desde la fecha de pedida, tenían claras varias cosas. Una de ellas: no a los regalos poco útiles u olvidados en las mesas. ¿La solución? Ladrón de Huellas, una pequeña empresa de calcetines personalizados. Por supuesto, este presente tan original conquistó a grandes y pequeños. Por otra parte Silvia, la hermana de la novia, realizó los diseños de las minutas, meseros y misales ¡una artista de pies a cabeza!
Miguel acudió a la cita con un elegantísimo chaqué gris con estampado príncipe de gales, obra de su sastre de confianza López Aragón. En la camisería Langa encontró la pieza que faltaba para su traje y que estuviese a la altura del acontecimiento. Por otra parte, el estilo de la corbata lo tuvo claro, quería algo que contrastase con el traje pero sin perder ni un ápice de estilo. Marzullo fue su gran apuesta y acertó.
Cova confió en las manos de Chusa Collados para su vestido de novia. El resultado fue un diseño sencillo pero muy diferente a lo que solemos estar acostumbrados. De manga larga y con abotonadura en toda la pieza, lo impactante del atuendo era la sobrefalda de encaje. Anudada a la cintura con un lazo de raso, contrastaba con el resto del traje por su tono. La espalda era, al igual que el resto del vestido, muy elegante y original. Finalmente, la novia decidió aportar más personalidad al look con un turbante de la misma marca y en su peluquería de confianza, Lara Rosales, le recogieron el pelo en un elegante moño bajo. A los pies, unos tacones color nude de Salo Madrid.
En cuanto a los complementos, la novia lució unos pendientes Aristocrazy dorados en forma de aro y su anillo de pedida de la Joyería Chelo Nieto. Miguel además de unos gemelos de oro, quiso tener presente en todo momento a sus abuelos y decidió ponerse dos relojes, uno perteneciente a cada antecesor.
El papel de Marta Gómez a cargo del maquillaje fue vital para que se mantuviera impecable en un día de tantas emociones. Entre ellas el detalle que tuvo Miguel cantando dos de las canciones de la pareja; Quédate de El Funambulista y el éxito de Coque Malla, No Puedo Vivir Sin Ti. Con la gran intervención de las amigas de la novia, al son de A Mi Manera, ¡hasta el padre de Covadonga lloró! Y es que fue una boda llena de grandes temas de la historia, desde Raphael hasta la Marcha Radetzky. Cova y Miguel abrieron el baile con I´ve got you under my skin, mas la celebración se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Todos los invitados estaban entregadísimos y lo dieron todo. Incluso los más adultos se quedaron hasta que apagaron la música, los primeros autobuses volvieron vacíos.
De la música en el coctel y la fiesta se encargaron Clase&Criterio, un grupo que les habían recomendado y que conectó al instante con todos los asistentes.
Lo pasaron bien y nosotros tuvimos el gran placer de poder captar todos esos recuerdos en forma de vídeo y foto. Realmente fue una gran experiencia trasladarnos a Burgos, una ciudad histórica y que tanto nos gusta, para aportar nuestro granito de arena y hacer a estos novios un poco más felices. Esperamos que en unos meses, cuando veáis las fotos por primera vez, reviváis cada momento y en unos años recordéis con ilusión cada paso desde ese 20 de octubre de 2018.
La gente no paraba de decirnos lo feliz que se nos veía, y la verdad es que no parábamos de sonreír, fuimos dos novios muy disfrutones. No se cómo no teníamos agujetas en la cara al día siguiente…
Gracias por leernos y nos vemos muy pronto con más bodas, más tendencias y sobre todo más fotografía.
El equipo de Belleepok.